El primer gesto de sonrisa de un bebé se produce dentro del vientre materno. Varios estudios realizados hace ya algunas décadas, como el llamado “Smiles in the fetal period” mostraban que los fetos entre 5 y 7 meses ya empiezan a esbozar sonrisas.
Sin embargo, no son sonrisas con una intención, sino muecas espontaneas que no está muy claro a qué obedecen
Feto sonriendo. Estudio «Smiles in the fetal period»
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ToggleLa primera sonrisa
Cuando hablamos de recién nacidos, las primeras sonrisas que no responden a estímulos externos ni sociales se producen desde el primer momento.
Incluso es frecuente ver a bebés que se están riendo mientras duermen. ¿Quién no se ha preguntando alguna vez de qué se ríen los bebes cuando duermen?
Tampoco hay una respuesta clara para esto, se cree que obedece también a ciertos impulsos nerviosos y niveles de satisfacción, como haber comido y sentirse plenos.
Bebé dormido sonriendo
Eso nos hace preguntarnos ¿Cuándo se ríen los bebés? Quiero decir, sonreír de verdad, como respuesta a lo que ven y sienten.
La respuesta no es única, puesto que cada niño es un mundo.
Aunque dentro del desarrollo psicomotor normal de un bebé de 0 a 3 meses, es a partir del final del primer mes de vida cuando empieza a sonreír como respuesta a situaciones que le provocan satisfacción y bienestar, especialmente cuando está en contacto estrecho con sus padres. Coincidiendo con la fijación durante unos segundos de la mirada, que le permite orientar su cabeza hacia un lado y
otro.
Lo mismo que lloran cuando algo no les gusta o les duele, los bebés ya son capaces de sonreír para demostrar que están contentos y satisfechos.
La sonrisa social
La sonrisa social del bebé es una herramienta o habilidad que le permite comunicarse con su entorno.
Es un instrumento instintivo que como ser social utiliza para comunicar a sus padres “estoy a gusto”, “me gusta teneros cerca”, “lo estáis haciendo bien”. También le hace cercano y agradable al resto, es una manera de atraer la atención y el cariño de los adultos.
Es importante que cuando el bebé se ríe, reciba una respuesta similar por parte del entorno. Esto le va a ayudando a retroalimentarse, identificar su forma de accionar sobre el resto y desarrollar vínculos afectivos y emocionales sólidos.
Las cosquillas, hacerle cucamonas y carantoñas son algunas de las cosas que le van a provocar la sonrisa.
Entre los 2 y 4 meses ya empezará a descubrir placer en el hecho de sonreír y lo repetirá para conseguir el mismo efecto.
La sonrisa por reconocimiento de las expresiones
Entre los 4 y 8 meses, el niño comienza a reconocer el significado de las sonrisas y demás expresiones de las otras personas. Y se produce una retroalimentación: cuando el bebé sonríe, nota que también lo hacen sus padres, lo cual refuerza su conducta y lo lleva a seguir sonriendo. También se produce la risa abierta y la carcajada.
El bebé ya decide ante quien sonreír y ante quien no.
Según el Dr Caspar Addyman de la Universidad de Londres y en un estudio realizado con más de 390 padres de bebés sobre qué cosas hacen reír a los bebés, se determinó que a entre los 6 y los 12 meses el juego que mas hace reír a los bebés es el cucú-tras. El vínculo que se produce entre el bebé y la persona con la que realiza el juego es muy satisfactorio para el niño o niña que busca repetirlo.
Así que ya sabes, ponte a jugar al cucu-trás y disfruta de las carcajadas de tu bebé ;=)
La sonrisa que tiene una intención
Por último aparecen las respuestas sociales diferenciadas o con una intención.
El niño es capaz de llamar la atención a través de la risa para “conseguir” una reacción en el entorno. Va afinando su capacidad de entender las expresiones ajenas y de sonreír ante lo familiar y mantenerse receloso ante lo extraño.
Y finalmente utilizar la sonrisa en entornos sociales que lo requieren, pero manteniendo una distancia. Este tipo se sonrisa se mantiene a lo largo de la vida.
Finalmente, lo que está está claro es que cada niño tiene un ritmo de aprendizaje y desarrollo distintos por lo que es muy importante no ir comparándolos ya que todos ellos son completamente diferentes.
Eso si, si tu bebe tiene mas de 6 u 8 semanas de vida y todavía no sonríe puede ser un buen momento para consultar con su pediatra o fisioterapeuta infantil.