Las rabietas en los niños, especialmente entre los 2 y 3 años son muy frecuentes y naturales.
Se producen por el hecho de que el niño/a busca ir diferenciándose de sus padres y necesita probar su autonomía a través del enfado y el “no” indiscriminado a lo que se plantea.
No suelen suponer un problema ya que van disminuyendo y desaparecen con la edad, aunque como padres puede suponernos un reto no perder la paciencia ante estas situaciones.
En algunos niños estos episodios de explosividad emocional duran más de lo normal, son muy intensos y frecuentes, con altas dosis de agresividad o no desaparecen con la edad.
Es entonces cuando empezamos a preocuparnos y puede ser conveniente consultar con un psicólogo infantil si no conseguimos controlar las rabietas infantiles.
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Toggle¿Qué situaciones generan rabietas en los niños?
Las causas de los berrinches en los niños son variadas y forman parte del desarrollo normal de la personalidad del pequeño/a.
La principal causa suele ser llamar la atención de sus padres. Si esta llamada de atención siempre consigue su propósito de manera inmediata se repetirá y hay veces que podrá ir a más convirtiéndose entonces en una “manipulación emocional” del niño para conseguir su deseo.
Otras causas que provocan el berrinche son:
- el enfado,
- el cansancio,
- la frustración por no conseguir lo que quieren en el momento.
- Los celos entre hermanos también son motivo habitual de rabietas
¿Se pueden controlar las rabietas?
Vale la pena aclarar que no es el padre o la madre la que controla la rabieta, es el niño el que aprende a controlar su emoción y poco a poco pedir lo que necesita en vez de actuarlo.
Nosotros como padres podemos y debemos ayudar en ese proceso de aprendizaje emocional pero no arrogarnos el control de la situación emocional del niño.
5 consejos útiles para controlar los berrinches de los niños (y no perder los papeles …)
Mantén la calma | No cedas |
Marca el límite | Firmeza con cariño |
Aplica el Método de la extinción | Refuerzo positivo |
- Mantén la calma: Regla número 1. Si nos ponemos nerviosos y reaccionamos ante la rabieta con enfado, ansiedad o culpa generaremos esas mismas reacciones o similares en el niño. Paciencia, paciencia y más paciencia.
- No cedas y marca el límite claramente: Esto es muy fácil de decir y muy difícil de hacer. Pero es fundamental para que el niño tenga claros los límites de hasta dónde puede llegar para conseguir lo que quiere. Si cedes, él o ella se extralimitará cada vez más y en el futuro a ti te será cada vez más difícil controlarle y a él o ella aceptar la frustración que la vida trae consigo.
- Déjale claro que le quieres, aunque no te guste su comportamiento. Si expresas firmeza y cariño el niño/a acabará por aceptar la situación.
- No prestes atención al berrinche: si tienes la posibilidad llévale a otro lugar y déjale claro que hasta que no se tranquilice no podréis hablar y ver cómo solucionar la situación.
- Esta manera de actuar se conoce como, el método de la extinción, que consiste en retirar la atención de aquellos comportamientos inadecuados que se quieren eliminar. Esta metodología de modificación de la conducta es muy utilizada en niños hiperactivos o con TADH, más propensos a las rabietas intensas.
- Una vez esté tranquilo habla con él/ella seriamente con palabras que pueda entender según su edad para que sepa que su comportamiento no es el adecuado y explicarle cuáles son sus alternativas ante el berrinche.
- Para que el método de la extinción funcione, es necesario reforzar el comportamiento positivo contrario al berrinche.
¿Cuándo debo pedir ayuda a un pediatra o a un psicólogo infantil?
- Si las rabietas van a más después de los 4 años.
- Si el niño/a se autolesiona o agrede a otros de manera frecuente.
- Si el niño aguanta la respiración y se marea o incluso desmaya.
- Si se produce una involución en su desarrollo y no parece remitir (pesadillas, dolores, ansiedad, terrores, se vuelve a hacer sus necesidades encima si ya lo había controlado…)
Para un niño que ante todo busca seguridad en el entorno, es muy importante la coherencia del mensaje. Es decir, no tiene sentido en casa aplicar una manera de tratar las rabietas y en el cole otra muy distinta.
Por ello se debe hablar con los profesores del jardín de infancia o colegio para ver cómo se comporta el niño/a en otros entornos sociales. Se pueden coordinar acciones de trabajo conjunto casa/cole para ayudar al niño/a a controlar sus rabietas.
Es importante encontrar un entorno global coherente en la educación del niño que fomente mensajes claros, sencillos y alineados.
En cualquier caso, lo más importante es actuar con paciencia y firmeza ante esta demostración de necesidad de atención de los niños.
«Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”
“El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry
Muy interesante. Me parece muy útil y muy practico para que las familias sepamos qué hacer y qué no hacer para ayudar en el desarrollo de nuestros peques. La época de las rabietas es difícil y muchas veces, sin experiencia previa, no sabemos que son situaciones relativamente normales y nos sentimos desbordados. Lo dicho, muchas gracias por la información. Un saludo
Gracias Mario por tu aportación, y nos alegra que sea de tu ayuda!!!!