Una de las principales ocupaciones del ser humano es la alimentación, pues es la base que genera la energía necesaria para afrontar las actividades y aprendizajes del día a día, y en el caso de los niños permitiendo su desarrollo físico e intelectual.
Aproximadamente el 25% de los niños presentan dificultades en la alimentación en la primera infancia, y este porcentaje sube si se habla de niños que tienen dificultades en su desarrollo.
QUE APORTA EN EL NIÑO UNA BUENA EXPERIENCIA EN LA ALIMENTACIÓN
La alimentación debe ser un proceso placentero que se desarrolla en numerosos entornos y varias veces al día. Además, dota al niño de experiencias motrices, sensoriales, emocionales y de interacción. Sin embargo, puede verse alterada por numerosos factores y convertirse en un momento desagradable del día, tanto para el niño como para su familia.
Por ellos, es fundamental una intervención temprana en los primeros años de vida para restituir estos problemas lo antes posible, y de vital importancia en los primeros 12 meses de vida. Esta intervención debe ser individualizada, teniendo en cuenta las habilidades y necesidades particulares de cada niño.
CUANDO SE CONSIDERA QUE EXISTE UNA DIFICULTAD EN LA ALIMENTACIÓN EN EL NIÑO
- Dificultades en la succión.
- Presencia de frenillo lingual.
- Rechazo o preferencia por ciertas texturas.
- Repertorio de alimentos muy limitado, con gustos restringidos o selectivos (solo determinadas marcas o determinadas formas de preparación de los alimentos…).
- Rechazo a ciertos sabores/ olores/ colores/ formas.
- Negación a probar nuevos alimentos.
- Aversión al cepillado de dientes.
- Dificultades para beber del vaso.
- Presencia o ausencia de reflejo de nausea o tos.
- Se traga la comida sin masticar.
- Poca flexibilidad cognitiva y rechazo a los cambios (excesivas manías).
- Problemas de conducta (escupir la comida, conductas desafiantes, lanzar comida).
- Dificultad en el uso de los cubiertos de manera independiente.
Desde Espacio Terapéutico Gaia se realiza una valoración exhaustiva y transdisciplinar (logopeda, terapeuta ocupacional, psicología y fisioterapia) para determinar cuáles son las dificultades específicas por las que existe el problema (dificultades de procesamiento sensorial, dificultades de masticación, debilidad de la musculatura orofacial, mal control postural, problemas de conducta…), planteando junto a la familia objetivos de tratamiento adecuados para llevar a cabo la intervención desde distintos abordajes y disciplinas en función de las necesidades.